Combatir el envejecimiento sin químicos
- Ricci - La Vanguardia
- 8 mar 2016
- 2 Min. de lectura

Los aceites vegetales no son nuevos, los egipcios ya elaboraban ungüentos a base de aceites extraídos de plantas, pero ahora se han puesto de moda. Se trata de aceites particularmente regeneradores que han sido tradicionalmente utilizados por su capacidad para estimular el crecimiento celular. Tienen textura aceitosa pero no dejan la piel grasa, simplemente la hidratan y la nutren en profundidad. Estos aceites son verdaderos sustitutos naturales de las cremas industriales, solo que en lugar de intoxicar el organismo con sustancias químicas, aportan a la piel nutrientes naturales para estimular sus defensas. El aceite de aguacate contiene fitoesteroles y vitamina A, D y E. Rejuvenece, nutre, suaviza e hidrata la piel y el cabello. También protege frente a las agresiones externas, aumentando la flexibilidad de la piel. Es apropiado para el cuidado de las pieles secas, envejecidas y castigadas. El aceite de argán se ha tratado desde la antigüedad como verdadera joya de la belleza por sus propiedades antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento de la piel. Contiene gran cantidad de vitamina E, y un 80% de ácidos grasos esenciales: siendo 45% ácido oleico y 35% linoléico.
La virtud más apreciada es su capacidad de frenar la degeneración de los tejidos. Se extrae sin ninguna utilización de productos químicos, es un producto biológico con beneficios demostrados. El aceite de rosa mosqueta es hidratante, regenerador, antioxidante y cicatrizante. Suaviza las arrugas y revitaliza el fibroblasto, responsable de producir colágeno y elastina. Mejora la elasticidad de la piel y aporta luminosidad. Facilita la penetración de los principios activos gracias a su acción permeabilizadora de la membrana celular. Además, incrementa el flujo de oxígeno en la piel. También se le atribuyen efectos antiinflamatorios y se utiliza para regenerar quemaduras y algunas dermatitis. Muy útil para calmar la piel después de un baño de sol. El aceite de germen de trigo es hidratante, nutritivo, regenerador y protector contra los rayos solares. Es una fuente inigualable de ácidos grasos esenciales, provitamina A, lecitina, estearina y vitamina E. Sus propiedades antioxidantes ralentizan la acción de los radicales libres. Puedes obtener una mascarilla rejuvenecedora si viertes en un recipiente una cucharada sopera de aguacate, dos cucharadas de leche entera y treinta gotas de aceite de germen de trigo. El aceite de jojoba es hidratante y esta recomendado para el cuidado de pieles maduras, ya que posee propiedades antioxidantes. Puedes preparar una sencilla leche limpiadora mezclando dos cucharadas de yogurt natural, quince gotas de zumo de limón y treinta de aceite de jojoba.
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